LO QUE CREEMOS

Creemos que al poner la fe en el Señor Jesucristo como Salvador, el creyente es hecho parte del Cuerpo de Cristo, del cual Jesucristo es la Cabeza. Las Escrituras ordenan a los creyentes que se reúnan localmente para dedicarse a la adoración, la oración, la enseñanza de la Palabra, la comunión, las ordenanzas del bautismo y la comunión, el servicio al cuerpo local mediante el desarrollo y el uso de talentos y dones espirituales, y la divulgación al mundo para hacer discípulos. Dondequiera que el pueblo de Dios se reúna regularmente en obediencia a este mandamiento, está la expresión local de la iglesia bajo el cuidado vigilante de una pluralidad de ancianos. Como miembros de la iglesia debemos trabajar juntos en amor y unidad con el propósito último de glorificar a Cristo (Efesios 4:16).

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Creemos en el único Dios vivo y verdadero, que existe eternamente, en perfecta unidad como tres en uno, cada una de las Personas igualmente divinas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada miembro de la Trinidad, mientras ejecuta funciones distintas pero complementarias en la historia redentora, tiene precisamente la misma naturaleza, atributos y ser, y es igualmente digno de la misma gloria, honor y obediencia. Creemos que Jesucristo hijo, vino y murió en la cruz del Calvario para la redención de nuestros pecados y resucitó al tercer día de la tumba y porque vive nosotros vivimos y tendremos vida eterna con él.

NUESTROS PASTORES